miércoles, 21 de diciembre de 2011

Otoño

La tarde se rompe en soles poco antes de caer. No es sólo el esplendor previo a la decadencia: todo en la naturaleza nos habla de una Belleza que no se marchita.

viernes, 25 de noviembre de 2011

España

Últimamente estoy leyendo tanto (¡qué alegría, qué alegría!) que me estoy planteando si convertir este blog en uno de crítica literaria. O mejor aún, de grandes citas.
Me gustaría comentar/citar, de preferencia, libros agotados e inencontrables, autores caídos en desgracia o políticamente incorrectos.
Lo pensaba leyendo esta coplilla, insuperable, de los injustamente olvidados hermanos Álvarez Quintero, en La patria chica:

Aquel que hable mal de España
un castigo ha de tener;
llevarlo a una tierra extraña
y no dejarle volver.

martes, 22 de noviembre de 2011

Vocación

Hace ya muchos años, en plenas dudas vocacionales (originadas por algo que me sigue pasando a día de hoy: ¡todo me gusta!) una amiga me dió la mejor definición de la vocación que nunca he oído. Como llevo un mes sin escribir en el blog, y porque me siento generosa, voy a difundirla aquí. Me dijo:
-Sabes que tienes vocación a algo porque si no lo haces, serás una desgraciada el resto de tu vida.

Aún con la carga de subjetivismo (tan propio de nuestra generación) que lleva consigo, es una definición buenísima. Es verdad que a veces te parece que si no haces algo serás una desgraciada, y luego es mentira: no lo haces y no eres nada desgraciada, al revés. La clave es el te parece.
Porque a lo que de verdad, de verdad, tienes vocación (de vocatio: llamada), o lo sigues... o no es que te parezca que eres desgraciada, es que lo eres.

viernes, 21 de octubre de 2011

Un buen tío

Por lo demás, era buen tío. Leal, no un trepa de los que abundaban: podías desahogarte con él, criticar a algún jefe incluso, despotricar un rato... no te seguía, pero sabías que no te delataría nunca, que no usaría contra ti la información que le habías proporcionado en un rapto de ira, ni siquiera te haría bromitas cómplices para que supieras que sabía cosas que te comprometían, que seguía acordándose... No enmarronaba a otros con sus trabajos, trabajaba bastante rápido, de hecho, más que todos yo diría, sacaba más trabajo que ninguno del departamento, para ser sinceros. Y siempre de buen humor, contento, por la mañana le oían llegar silbando a la oficina, en lo que era el único. Apenas tomaba cafés, comía en su mesa de un tapper, pero participaba en las porras de fútbol, en la lotería de navidad, en todos los regalos que se hacían... y cuando Lorenzo estuvo de baja tantos meses fue de los pocos que le visitó, quizá el que con más frecuencia lo hizo.

Un buen tío. La única pega, su rareza esa de tener tantos hijos, nadie lo entendía. Su mujer no trabajaba, lo tuvo que dejar con el tercero o cuarto, claro, a quien se le ocurre tener tantos hijos hoy en día: que se han inventado cosas, tío, que no te enteras... las bromitas quedaban abortadas en cuanto se ponía serio, de las pocas veces que le habían visto ponerse serio. Pero a su espalda, quién las paraba: debe ser un infierno la casa de... con tanto niño, no me quiero ni imaginar el ruido que tienen allí... "y su mujer como una esclava, todo el día encerrada en su casa": ése era el comentario recurrente de las dos únicas directivas de la empresa, sobre todo a partir de las ocho o nueve de la noche, encerradas en el despacho que compartían.

Tantos años trabajando como el que más y ni un miserable ascenso. Los primeros años sí, pero luego... Su compañero de despacho, Sánchez, le profesaba un afecto sincero, acaso el que más en toda la oficina. No sabía cómo decírselo: los de Recursos Humanos pasaban por las mesas a última hora de la tarde, las ocho, las nueve, las diez incluso. Ahí eran las conversaciones aparentemente intrascendentes, las valoraciones, las peticiones... ahí uno podía dejar caer lo que le interesaba, lo que esperaba, irse haciendo "amigo", hasta conseguir algo. Pero a esa hora, ya hacía tiempo que había salido de la oficina. Trabajaba como el que más, sí, pero no se quedaba ni un minuto fuera de horario:
-"Tal vez, si te quedaras un poco más en la oficina... A partir de las siete, aquí, empieza lo bueno."
No recibió ni una mirada de duda, como respuesta:
-"Pero qué dices, Sánchez... lo bueno ha empezado antes de las siete, y en mi casa."

viernes, 7 de octubre de 2011

El verdadero trabajo

El verdadero trabajo es mantener la cabeza despejada para poder sacar adelante lo que hay que hacer en cada momento

lunes, 3 de octubre de 2011

Los días extraordinarios: reflexiones de lunes

Los días extraordinarios lo son porque se comparan con los días ordinarios.
Si no existieran estos días callados, aparentemente rutinarios (solo aparentemente, porque para el amor no hay rutina), de mucho esfuerzo y poca gratificación aparente, no existirían los otros: los días gozosos, de celebración y fiesta.
Hay descanso porque hay trabajo. Es más, hay descanso en relación al trabajo.

Pd: éstos son únicamente unos apuntes deslavazados de lunes... Prometo leer Una teoría de la fiesta, a ver qué dice Pieper sobre este asunto.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

La misión del jefe... (II)

Se lo he leído a Juan Ignacio Luca de Tena, y estoy entusiasmada. La expresión es de su padre: "decía que no se puede ser, al mismo tiempo, primer violín y director de orquesta".

La misión del jefe es "organizar y dirigir", ¡¡no hacer el trabajo!! aunque lo haga bien... aunque lo sepa hacer...

martes, 27 de septiembre de 2011

Perspectiva de eternidad

El sábado, en Toronto, tuvimos el principio de curso. Daba la charla del tema 1 ("Arraigados en Cristo", con ecos de la JMJ, como todo el temario) Ruth. Charla MAGISTRAL. En un momento dado habló de la perspectiva de eternidad desde la cual debíamos ver nuestra vida, porque si no, nos parecen piedras gigantes, imposibles de saltar, lo que en realidad (en la perspectiva adecuada, la del cielo) no son más que chinitas pequeñurrias...

Hoy leía un fragmento del Sermón sobre el Salmo 64, de San Agustín, y me contestaba la pregunta que aún no me había atrevido a formular... (pero así son los santos):
"¿Cómo despertar en nosotros el amor a la Jerusalén, nuestra patria, de la que el largo exilio nos ha hecho perder el recuerdo? Es el Padre quien desde allá nos escribe, y con sus cartas, que son las Santas Escrituras, enciende de nuevo en nosotros la nostalgia del retorno."

lunes, 26 de septiembre de 2011

La misión del jefe...

Es, sobre todo, mantener la serenidad en la oficina.
Buscar la solución en lugar de los culpables (después, serenamente, será la hora de depurar responsabilidades... para que no vuelva a ocurrir el desaguisado, no para desprestigiar a nadie).
Marcar las prioridades para que el aluvión de trabajo no agobie.
Poner un dique entre las solicitudes "urgentes" y la cotidianeidad laboral de su gente, que necesita de paz para ir sacando trabajo, una cosa detrás de otra.
Dar la cara... y que sea una cara amable.

Si el jefe no está entrenado en vivir cada momento con paz y alegría, la vida en su oficina será un infierno.

martes, 26 de julio de 2011

Cosas de viejos

Será porque hoy es el día de San Joaquín y Santa Ana, y me acostumbré de tal manera a celebrar mi santo "el día de los abuelos" que cada año, desde que no están presentes fisicamente, les echo muchísimo de menos.

Me decía una buena amiga que es propio de los ancianos preocuparse mucho por todo... "así que nosotras que somos jóvenes no debemos darle mucha importancia a estos problemillas de nada que nos afectan".

Pienso en abuela, que se preocupó mucho por todo el tiempo que estuvo sola, cuando el abuelo se fue al cielo. No llegaron a ser dos años enteros, pero cuanto sufrió. "Esta que veis no soy yo, yo soy como era con el abuelo" nos dijo un día: después de 67 años de matrimonio, me pareció la mejor definición de este sacramento que nunca me hubieran dado.

El otro día vinieron a una reunión, en mi trabajo, dos señores muuuuy mayores. Les hice esperar por el puro gusto de oírles hablar desde mi despacho, aportando perspectivas insólitas sobre "la grave crisis económica que padecemos":

-"Mi padre siempre decía que un duro no eran cinco pesetas, sino tres y media, o cuatro. Como diciendo que no se puede gastar todo lo que se tiene" -decía uno.

-"Pues mi padre, que era comerciante antiguo, decía: si quieres tener crédito, paga inmediatamente" -decía el otro.

Me dió mucha ternura, no sólo por lo acertado de los consejos de sus padres, que fielmente recordaban (hoy hablaba el sacerdote en la homilía de la importancia de la tradición, lo que se transmite: unos lo entregan a otros que lo reciben para transmitirlo a su vez a los siguientes) sino porque el tono entero de la conversación me recordaba al de los niños en los recreos: "mi padre dice...", "pues mi padre dice..."

Siempre había pensado que es una tontería lo de que ancianos y niños se parecen. Anda que los ancianos no tienen mucha más experiencia (y a veces más amargura y colmillo retorcido, pero siempre más tristeza acumulada que los niños)...

Pero oyéndoles entendí en que se parecen: tienen claro lo esencial. Que somos hijos.

lunes, 18 de julio de 2011

Más reflexiones de casi vacaciones

Sigo dando vueltas al tema laboral, quizá porque me quedan ya tan pocos días para las vacaciones y, en cambio, tantísimo trabajo por terminar.

Una vez le oí a una persona que acababa de aceptar un alto cargo directivo un consejo que, entonces, me pareció sabio: "No aceptes nada que no puedas llevar con alegría" (para aceptar ese cargo, se había desplazado a una ciudad distinta de aquella en la que vivían su mujer y muchos hijos, que un año y medio después tuvieron que imitarle, abandonando colegios, vecindario, abuelos y etc.)

Ahora pienso que el consejo correcto para mi circunstancia podría enunciarse más bien así: "No aceptes nada que se vaya a convertir en una carga pesada". O "no aceptes nada que no puedas resolver de inmediato".

Cuando uno lleva una carga a la espalda, cada día que se camina la misma carga pesa más.

jueves, 14 de julio de 2011

No es sólo un consejo laboral, es un consejo para la vida...

... No dejes que los proyectos pendientes se te duerman en las manos

martes, 12 de julio de 2011

Mi mejor consejo laboral

Se lo escuché leído a la baronesa Thyssen:
"No acumular obligaciones: cuando tengas temas pendientes, despáchalos rápido y con decisión".

A ella se lo recomendó su marido, el barón, que otra cosa no, pero experiencia laboral tenía...

Estos días de cierre de curso, cuando se acumulan temas pendientes y faltan horas para dar salida a tanto atraso (mío y de los otros) durante el curso, entono el meaculpa: nuncamásnuncamásnuncamais, dejaré lo que me agobia para luego, dioses, dadme resolución, el don más precioso que vieron los cielos, menos vacilación y más resolución, señor, que hay temas pendientes sobre la mesa desde septiembre...

viernes, 8 de julio de 2011

Un buen interlocutor

Es el que sabe escuchar, y habla con verdad.

miércoles, 6 de julio de 2011

Vicente del Bosque

Le preguntaron en una entrevista qué expresión utilizaba habitualmente. Ojo a su penetrante respuesta:
-"Todo lo que sucede, conviene".

Leo un destacado en otra entrevista y vuelve a apabullarme la verdad de lo que dice, tan distinto del discurso al que los "famosos" nos tienen acostumbrados:
-"El fútbol no es un sacrificio. Aunque requiere un gran esfuerzo, no deja de ser un juego y hay que practicarlo con ALEGRÍA"

No puedo evitarlo, nunca he sido seguidora de ningún famoso, pero este sentido común, estas palabras verdaderas, la honestidad que trasluce su vida... todo lo que me llega del marqués del Bosque me tiene arrebatada.

martes, 5 de julio de 2011

Lecturas de la realidad







Defiendo la tesis el día de San Fermín. Para mí, claramente, es un guiño de Dios. Pero cuando lo digo, surgen dos reacciones contrapuestas:





-¡El día de San Fermín! Es un regalo de la Providencia, con tu amor por Navarra y lo que le has rezado al santo... (esto también es lo que pensé yo cuando me enteré)





-¡El día de San Fermín! a ver si no te dan muchas embestidas los miembros del tribunal... tendrás que hacer una buena faena, a ver si tienes suerte (entonces me tiembla todo).










Ante el mismo hecho, siempre hay al menos dos lecturas contrapuestas. Son las cosas que una descubre... al hacerse mayor.





jueves, 16 de junio de 2011

La boda

Me habían dicho que disfrutara cada segundo, que pasaba muy rápido. "Tantos meses preparándolo y luego son unas pocas horas..."
Se quedaron cortos. Unos pocos segundos, fueron. Apenas un abrir y cerrar de ojos. Un vuelo de abrazos y frunces de vestidos, sonrisas de corbata. Ni siquiera pude estar diez segundos con cada una de las personas más queridas de mi vida que había venido a acompañarme en ese momento (con el agravante de que, desde ese día, las personas más queridas de mi vida son exactamente el doble que antes de ese día).

Ahora entiendo el concepto "eternidad". Es lo que se necesita cuando una es feliz.

miércoles, 15 de junio de 2011

Cosas importantes de la vida

Las cosas importantes en la vida son fáciles de detectar: son aquellas que hacen nuevas todas las demás. Que lo trastocan todo, que hacen que nada vuelva a ser igual. Que te obligan a ver con ojos nuevos, a leer la realidad desde este acontecimiento, esta novedad después de la cual nada es como era...

Por lo demás, las palabras se quedan cortas. ¿Cómo pagaré al Señor por el bien que me ha hecho? E incluso: ¿cómo cantaré al Señor todo el bien que me ha hecho?

martes, 17 de mayo de 2011

En la Iglesia

Como tengo un hueco entre reuniones y gestiones (cuando salgo una mañana de la oficina vuelvo a experimentar la misma sensación que cuando de pequeña salía de excursión por Madrid con el cole) me acerco a una iglesia, a ver si hay suerte y está abierta, para rezar un rato.

En la puerta, sentado al sol sobre un poyete de piedra, un señor mayor rellena crucigramas. Le pregunto: "Está cerrada, pero va a abrir ahora mismo, a las once y media". Así que espero, de pie a su lado. A los pocos segundos, me tiende la mano en la que sujeta una pulsera: "Toma. Es la pulsera de moda, con el Padrenuestro escrito". Le doy las gracias, me la pongo en la muñeca, bromeo un poco. Al minuto, me vuelve a tender la mano con otra pulsera: "Es la mano de Santa Gema. El ojo se mueve: que no te dé miedo si lo miras por la noche". Me quejo: dos pulseras en dos minutos es demasiado. Piropea educadamente, como los señores de antes, lo del piropo es un arte que se ha perdido, ya nadie joven sabe hacerlo sin ofender. Para convencerme, añade a los piropos una pregunta:

-"¿Qué nos dijo Jesús?"

Titubeo:

-"¿Dad y se os dará?"

Me mira, defraudado porque voy a entrar en la iglesia y no sé eso:

-"Que fuéramos amables unos con otros, nos dijo. Anda, reza por mí, que me hace mucha falta."

Abren la iglesia pero no se mueve. El sacerdote me dice, bajito, mientras entramos:

-"Es terrible. A todas las mujeres les da pulseras".

(Así que cada mañana va a la iglesia pero no entra... se sienta fuera a resolver sudokus, o lo que sean, y a repartir pulseras a las mujeres que llegan)

Soy la única rezadora por poco tiempo. Enseguida entra una señora muy mayor, anciana. Deja el bolso en el segundo banco y sube al altar, donde acaricia al Niño Jesús como si fuera un niño de verdad, y besa los pies al Crucificado. Se acerca al ambón y lee la antífona del santo en voz alta, pero para ella: "Mi alma tiene sed de tí, Dios vivo", y luego lo paladea: "sed de ti... mi alma. Sed de ti tiene mi alma. Mi alma. Dios vivo. Sed de ti."

Creo que el Señor me ha traído hoy aquí para que aprenda a hacer oración. Porque desde la puerta de entrada, y con el único intervalo de la lectura en voz alta de la antífona, esta señora no cesa de repetir:

"Muchísimas gracias, Dios mío... muchísimas gracias".

Y esta es su oración, durante media hora. Reza un padrenuestro y un avemaría, también, pero el resto del tiempo, muy bajito, pero enamorada y convencida, musita su cantinela, que se me queda grabada:

"Muchísimas gracias, Dios mío, muchísimas gracias".

Yo también querría llegar a la vejez con esas palabras tan interiorizadas que me salieran solas, toda la sustancia de mi vida puesta ante el Señor, así. Vivir y morir repitiéndolo.

sábado, 14 de mayo de 2011

San Isidro

Siempre llueve el día de San Isidro. El personal se enfada, pero no tiene razón: tantos siglos sacándole en procesión, haciéndole rogativas, a ver si llovía para las cosechas, y ahora que por fin le ha quedado claro que el mejor regalo que puede hacernos es la lluvia... nos enfadamos porque ya nadie cultiva nada en la ciudad que un día habitó, y luce orgullosa su patronazgo.

martes, 3 de mayo de 2011

Yo estuve allí...

... y ahora tengo una mezcla de sueño y cansancio que me impide contarlo como la ocasión merece.

Pero, seis años después, volví a la plaza de San Pedro a encontrarme otra vez con Juan Pablo II. Entonces, hace seis años, me impresionó cómo la ausencia física no era la última palabra, cómo el espíritu de nuestro Papa Juan Pablo se hizo presente entre nosotros. Antesdeayer, volví a experimentar la forma nueva en que están los que se van: enganchados en nuestra fe, entretejidos en nuestra devoción.

No es un piadoso recuerdo, no es que estén vivos en nuestros corazones, ni es exacto decir que vivirán mientras pensemos en ellos o recordemos lo que hicieron. Están vivos en el que vive [el Viviente], de una forma que no podemos ni imaginar ("en cambio, qué diferente es la fiesta en el Cielo entre los ángeles y santos", así de exactamente expresó nuestro Papa Benedicto la distancia que nos separa de los que se han ido, lo que no cabe en nuestra pequeña cabecita).

Después de tres horas de empujones y asfixiante espera entre la masa anhelante (mi hermana inventó una nueva advocación para la Virgen, mientras rezaba las letanías del Rosario: "Reina de los oprimidos") pudimos al fin arrodillarnos ante el cuerpo que hace seis años soltó su espíritu de pescador universal, y comencé mi lista interminable de intenciones que pedir al nuevo beato. "Ahora te estrenas como beato, a ver cómo te portas" le dije. Me pareció entrever su sonrisa irónica, cientos de miles de personas desfilando todo el día ante sus reliquias, millones de personas que hemos ido a lo mismo durante estos últimos seis años, cientos de millones que le habrán rezado desde sus casas, sin desplazarse al Vaticano:
-"¿De verdad crees que me estreno ahora...?"

Ha sido un viaje TAN especial, y no sólo (¡¡¡pero también!!!) porque fuera mi regalo de pedida.

lunes, 14 de marzo de 2011

Jacques Le Goff habla sobre este blog

"El imaginario del claustro es el de la clausura, unido en el imaginario cristiano al del jardín. El jardín medieval por excelencia es un JARDÍN CERRADO, y su condición como tal protege tanto las producciones de verduras y frutas de los monjes como el espacio de espiritualidad al que está unida de manera especial, desde los siglos XI-XII, la imagen de la Virgen."

[Héroes, maravillas y leyendas de la Edad Media, Paidós Orígenes, Barcelona, p. 105]

jueves, 10 de marzo de 2011

Maravilla

Hacía años que rezaba para encontrar a una persona con la que compartir la vida. De casarse no le hacía ilusión el vestido ni el fiestón (o no principalmente) sino la aventura que suponía: dejar de vivir sola, empezar a vivirlo todo compartido. Le parecía que era una vida mejor, más grande, que cumplía lo que ella deseaba.

Muchos días leía el blog de aquel poeta, poco mayor que ella, que llevaba años felizmente casado pero rezaba para tener un hijo: entre líneas percibía su anhelo, que no se acallaba pero sí se iba volviendo confiado. Tal vez no conviniera... tal vez Dios tuviera otros planes. Aprendía ella también a confiar su anhelo a Otro, a veces no sabemos qué es lo mejor.

Un día, pasado el tiempo, leyó en el blog la convocatoria para la presentación del poemario en que él cantaba, agradecido, el nacimiento de su primer hijo. No pudo asistir: tenían cursillo prematrimonial ese día.

martes, 8 de marzo de 2011

¿Te has tomado el amiplín?

Cafeteando con una excelente compañera de trabajo, aprovecho para desahogarme por algunos asuntos que me traen loca: la gente desconsiderada que no devuelve llamadas, que no cumple plazos, que dificulta con su actitud el trabajo ajeno. Ella, experimentada en estas lides mucho más que yo, sólo sonríe y asiente. Pero en un momento concreto, apenada al ver que realmente me lo tomo tan a pecho que me quita la paz, interviene:

-"Como me dice mi hermana muchos días: ¿te has acordado esta mañana de tomarte el a-mí-plin?"

viernes, 4 de marzo de 2011

Tres historias postmodernas


UN CIENTÍFICO PROMETEDOR

Fue una pena que su meteórica carrera se estancara en ese punto. Dos masters y un postgrado, una estancia de investigación en el Reino Unido y otra en Estados Unidos... sus descubrimientos sobre el sistema solar tenían en jaque a toda la comunidad científica.
Y de repente, comenzó a irritarse por nimiedades: que los poetas no podían seguir diciendo "sale el sol por el oriente" porque el sol no sale. El sol está quieto: somos nosotros los que nos movemos. Tampoco el sol "se oculta", ni la luna "aparece". Y que tontería esa del amor que mueve el sol y las estrellas, ¡¡que están quietos todos, que la rotación es de la tierra!!
Su familia se preocupaba al verle tachando frases con furia, arrancando páginas de libros, devorando la historia universal de la literatura las horas de la madrugada, para encontrar nuevas herejías contra su ciencia que expurgar, furioso.
No obstante, no salió en los periódicos hasta el día en que dió un bofetón a un niño, por la calle. Testigos presenciales del suceso declararon que éste había voceado alegremente, justo antes del suceso: "¡Mira mamá! El sol se va a dormir, como nosotros, ¿verdad?"


* * *

SUCIO MACHISTA

Era una chica tan independiente... Desde jovencita, acostumbrada a sacarse las castañas del fuego, como ella decía. Abanderada de la lucha feminista, la eliminación de toda desigualdad, recelosa de cualquier privilegio que significara la pervivencia de una antagónica organización social explotadora. "Me gusta conducir a mí, no que me lleven", "¿por qué tiene ese tío que cederme el paso? ¿qué se ha creído?", "me encanta trabajar, no soportaría que nadie me regalara nada", "¿me ha visto más débil o porque c... me cede el asiento?"

Sus amigas pensaban que se quedaría sola. Pero qué tontería, qué terrible error. Enseguida apareció él, y era perfecto. No tenía coche, ni carnet de conducir. No tenía trabajo, ni carrera, ni modales. Tenía una buena dosis de cansancio encima, "en mi vida anterior debí dedicarme a construir una pirámide o algo así, no comprendo porque estoy siempre tan cansado" farfullaba desde el sofá el día en que tenía ganas de hablar. Así que ella trabajaba y llevaba a (su) casa el sueldo (y le llevaba a él en su coche). Y estaba tan contenta, porque a él nunca, nunca, se le ocurrió abrirle una puerta o llevarle un paquete. "Es que yo no podría vivir con un sucio machista..."

* * *

EL FIN DEL MUNDO

Pasó siete años dedicada a hacer su tesis. Iba a ser la mejor investigación del mundo, la más puntera, a nadie antes se le había ocurrido nada parecido. Imaginaba el pasmo de la comunidad científica, las entrevistas en los medios más prestigiosos, la lluvia de ofertas de todo tipo: becas de universidades extranjeras, empresas patrocinadoras... su nombre y el título de la tesis impresos por todas partes, sonando en los telediarios, en la boca del vulgo, en todos lados.

Imperceptiblemente, había ido perdiendo relaciones. Claro, la tesis le ocupaba todo el tiempo, nunca encontraba el momento de quedar con un amigo... "la gente no sabe lo que es trabajar, ocho horitas en una oficina y el resto del tiempo para ellos, ¡así cualquiera!". Dejó de ir a los cumpleaños, de felicitarlos incluso, porque perdió el cuaderno donde los tenía apuntados. A menudo se le olvidaba responder las llamadas, pero no se daba apenas cuenta, porque como cada vez eran menos... su propia familia, cansada de recibir improperios, comenzó a limitarse al correo electrónico. Total, nunca iba a nada...

A medida que se acercaba al final de la tesis, un vértigo creciente le invadía. Apenas recordaba una forma de vida distinta a la actual, doce o catorce horas de estudio diarias. Una certeza, entonces, se entronizó en su cabeza: cuando ella acabara la tesis, vendría el fin del mundo. Todo había confluido hasta ese momento, todo se había ordenado armónicamente para que la culminación de los tiempos fuera justo en ese momento. La angustia por todas las cosas que había planeado hacer "cuando acabara la tesis" le invadió. Pero, se dijo a sí misma, aún tengo un recurso, aún hay algo que puedo hacer: no terminar todavía, alargar el proceso para evitar así que se produzca el fin del mundo...

miércoles, 2 de marzo de 2011

Distinguir al poderoso (en el ámbito laboral en España)

¿Cómo se distingue en España a quien tiene poder en el trabajo?
No, desde luego, porque sea el que más trabajo saca.
Ni menos aún porque sea el que mejor saca el trabajo.
O el que tenga mejores ideas. (¡Ni peores!)
No es porque trate mejor (ni peor) que nadie a los clientes, compañeros o jefes.

El poderoso se detecta porque, cinco minutos antes de la hora de salida, le dice a otro alguna de estas cosas: "Espérate un poco... lo vemos en un rato... lo necesito hoy mismo... es urgente".
El poderoso sabe que es poderoso porque tiene la capacidad de disponer del tiempo de los otros.

Otros que, agazapados, gruñidores, aduladores o despreocupados, esperan pacientemente el día en que...
No en que ya no les pase eso. (Al contrario, saben que cuánto más suban en la empresa más veces tendrán que esperar a última hora. Tendrán que esperar, incluso, sin que nadie les diga que lo hagan).
Lo que esperan pacientemente es el día en que ellos puedan también dirigirse a alguien y decirle: "Espérate un poco... lo vemos en un rato... lo necesito hoy mismo... es urgente".
Porque entonces sabrán que ellos también son poderosos.

martes, 1 de marzo de 2011

La alegría del cielo empieza aquí

Leo a San Bernardo, me lo imagino siempre delgadillo y con su tonsura cantando a voz en grito por los pasillos:

"Cierto, nuestro gozo será grande, nuestra alegría infinita, cuando comience la verdadera vida. Pero ya LA ESPERANZA DE UN GOZO TAN GRANDE NO SE PUEDE DAR SIN GRAN GOZO. Que la esperanza os tenga alegres, dice el apóstol Pablo. Este gozo se produce en el alma de aquel que ha sembrado para la justicia por la convicción que tiene de que sus pecados le son perdonados."

lunes, 28 de febrero de 2011

Felicidad

Al hilo del estupendo artículo de Enrique, recuerdo una idea de Julián Marías que me gustó especialmente cuando la leí. Es de su libro La felicidad humana y venía a decir algo así como que "esta más cerca de la felicidad el que no es feliz pero espera serlo que el que lo es pero teme dejar de serlo".
En un primer momento recuerda el proverbio indio, chino o de dónde sea, ése que dice "si tienes miedo de sufrir mañana, ya estás sufriendo (de miedo) hoy". O la famosa frase de Mark Twain, no sé si apócrifa, "me he pasado la vida sufriendo por cosas que no han llegado a suceder".
Pero en una segunda lectura, oigan, es alta teología.

viernes, 25 de febrero de 2011

El genio de la lámpara

Toda la vida frotando lámparas a ver si hay suerte, y cuando por fin sale, me toca el más raro.
No sólo fue la cara que puso cuando le pedí el deseo. Es que después dijo: "¿De verdad quieres todos esos libros, o prefieres que te conceda el tiempo necesario para leerlos?"

miércoles, 23 de febrero de 2011

Cómo actúa el tentador

Cuando algo va bien susurra: "Esto no durará siempre"
Cuando algo va mal susurra: "Esto durará siempre"

El caso es que salgamos del "ahora" y entremos en el "siempre". La eternidad para la que estamos hechos es un presente eterno, no un futuro amenazante... (En palabras de Ángel Gónzalez, cómo me golpeó su verso hace ya años: "Te llaman porvenir/ porque no vienes nunca").

Matizo la entrada anterior

Porque me lo ha pedido una buena amiga.

Los pensamientos son muy importantes, sí, y cómo nos contamos la vida influye sobremanera en nuestro estado de ánimo. Pero de ahí a pensar que "la mente es muy poderosa, construye la realidad" y demás tonterías hay un mundo. La realidad es la que es. La mente no construye los acontecimientos. Influye en lo que experimentamos con respecto a ellos.

Cómo vemos las cosas no altera lo que las cosas son, sino lo que sentimos frente a esas cosas. "Saber mirar es saber amar": me encanta ese pensamiento...

lunes, 21 de febrero de 2011

Los pensamientos, no los acontecimientos

Como llevo una época agobiadilla con tantas cosas que se me acumulan (tesis, trabajo, preparativos...) y me da rabia estar agobiada cuando son todas buenas (y alguna buenísima) me he puesto a leer a María Jesús Álava, a ver si mejoro.

"Lo importante en nuestra vida son los pensamientos, no los acontecimientos" repite, y va ampliándolo: "Lo que nos repetimos de forma constante, esas frases interiores que nos formulamos, son las responsables de nuestros estados emotivos".

Y me acuerdo de esa novelita de Gregorio Martínez Sierra que leí hace tantos años, Tú eres la paz, probablemente se la escribió también su mujer (como su teatro): "Siendo tan fácil engañar al corazón con lo que pensamos, es tonto no estar todo el día repitiéndose: soy feliz, soy feliz" (cito de memoria, no era exactamente así). La misma idea de nuestros pensamientos "malos" como cadenas la encontré ya en Sor Juana Inés de la Cruz, ay, lo que no esté en Sor Juana:

"Para el alma no hay encierro
ni cadenas que la impidan,
porque sólo la aprisionan
las que se forma ella misma"

lunes, 14 de febrero de 2011

Amores que matan

Decía Sabina "porque el amor cuando no muere mata" y también "porque amores que matan nunca mueren", y yo pensaba hasta qué punto tenía razón sin saberlo. El amor verdadero siempre mata: el apego a lo efímero, a los propios intereses... el yo egoísta muere cuando se ama.
Pero le faltó a Sabina explicarlo: el amor que mata también da vida. Uno muere a sí mismo para dar vida a otro...
Igual si hubiera mirado al que traspasaron, lo hubiera entendido completo.

domingo, 30 de enero de 2011

¿Qué hace una persona como tú en una crisis como ésta?

Me encanta Leopoldo Abadía. (Gracias primo Pedro, si lees esto, porque tú me recomendaste La crisis ninja y nos encantó a todos, en casa. Y sí, luego leí la Caritas in veritate y llevabas razón: se parecen mucho.)

Este fin de semana, en un rato tranquilo, he podido por fin leer la secuela de aquel libro, que da título a este post, y que padre pidió por Reyes después de hojearlo (y ya han leído madre y él).
Tengo que decir que he encontrado un montón de joyas, particularmente el capítulo tres, con sus ingresos y gastos domésticos y su recomendación de gastar con cabeza (qué adecuado para este momento de mi vida) y el capítulo doce, qué mundo les vamos a dejar a nuestros hijos: espectacular. El futuro es de Dios y no de los agoreros...
Copio algunas otras joyas, más breves, que me pareció al leerlas que me las estaba diciendo a mí y sólo a mí:

"Nunca me ha gustado dejarme llevar por urgencias. Cuando trabajaba en el IESE, recibí una llamada de alguien que quería hablar con Antonio urgentemente. Se lo dije: "Es urgente". Me miró con tranquilidad, sonrió y me contestó: "Para él, quizá. Para mí, no."
Todos conocemos gente que te lleva por donde quiere basándose en urgencias. Como es urgente -para él- te desordena el día -a tí-. Luego resulta que no era urgente, pero tu día ya está estropeado." (p. 15)

Definición de estrés: "situación de un individuo, o de algunos de sus órganos o aparatos, que, por exigir de ellos un rendimiento superior al normal, les pone en riesgo próximo de enfermar" (p. 117)

(Hablando de la vida:) "Y, mis queridos amigos, esto no es Jauja. Esto es un valle de lágrimas que, con un poco de gracia, se lleva muy bien y uno hasta se divierte. Sin hacer tonterías." (p. 153)

jueves, 20 de enero de 2011

Reyes Mágicos

Me has regalado un abrigo:
es por eso que este invierno
voy envuelta en tu cariño

miércoles, 19 de enero de 2011

La mejor felicitación

¡¡Pero no sabes cuánto me alegro!! 37 años llevamos nosotros casados... nos peleamos, no te creas, sobre todo para decidir qué ver en la tele, pero... vale muchísimo la pena. Muchísimo. Aunque dé un poco de miedo, pero todo da miedo, hija, hasta cruzar la calle, todo tiene un riesgo... Este riesgo es de los que vale la pena tomar. Vamos, que este riesgo es de los que si no lo tomas, la vida vale hasta menos, fíjate lo que te digo, y no esas tonterías de tirarse por un puente o por los aires en paracaídas. ¡¡Que no, hija, que no!! Que si quieres un subidón de adrenalina, que te cases, y si quieres mantenerlo, mantén el mismo marido toda la vida... te lo dice una con experiencia, fíjate, mi marido no había hecho ni la mili, dos niños éramos, creo que me lo pidió antes porque pensó "ésta no me espera"... y tenía razón, jejeje. Y luego, 37 años, que se han pasado volando, ¿eh? volando. Y nos casamos al año justo, no necesitas más, esos noviazgos tan largos yo no los entiendo porque enseguida sabes si vas a poder vivir con esa persona o no, ¿no te parece? Luego otra cosa es que surjan problemillas, porque esos los hay en todos los sitios, pero un problema gordo enseguida lo sabes si te lo va a dar o no... Que me estoy enrrollando, que tienes mucho que hacer, y todavía tengo que limpiar los despachos de arriba y la recepción, antes de irme... No sabes cuánto me alegro, de verdad, ya te lo seguiré diciendo estos días, ¡¡todos los días hasta mayo, te lo voy a decir!! Que es una alegría enorme esto, hombre, lo mejor que te podía haber pasao.