miércoles, 28 de septiembre de 2011

La misión del jefe... (II)

Se lo he leído a Juan Ignacio Luca de Tena, y estoy entusiasmada. La expresión es de su padre: "decía que no se puede ser, al mismo tiempo, primer violín y director de orquesta".

La misión del jefe es "organizar y dirigir", ¡¡no hacer el trabajo!! aunque lo haga bien... aunque lo sepa hacer...

martes, 27 de septiembre de 2011

Perspectiva de eternidad

El sábado, en Toronto, tuvimos el principio de curso. Daba la charla del tema 1 ("Arraigados en Cristo", con ecos de la JMJ, como todo el temario) Ruth. Charla MAGISTRAL. En un momento dado habló de la perspectiva de eternidad desde la cual debíamos ver nuestra vida, porque si no, nos parecen piedras gigantes, imposibles de saltar, lo que en realidad (en la perspectiva adecuada, la del cielo) no son más que chinitas pequeñurrias...

Hoy leía un fragmento del Sermón sobre el Salmo 64, de San Agustín, y me contestaba la pregunta que aún no me había atrevido a formular... (pero así son los santos):
"¿Cómo despertar en nosotros el amor a la Jerusalén, nuestra patria, de la que el largo exilio nos ha hecho perder el recuerdo? Es el Padre quien desde allá nos escribe, y con sus cartas, que son las Santas Escrituras, enciende de nuevo en nosotros la nostalgia del retorno."

lunes, 26 de septiembre de 2011

La misión del jefe...

Es, sobre todo, mantener la serenidad en la oficina.
Buscar la solución en lugar de los culpables (después, serenamente, será la hora de depurar responsabilidades... para que no vuelva a ocurrir el desaguisado, no para desprestigiar a nadie).
Marcar las prioridades para que el aluvión de trabajo no agobie.
Poner un dique entre las solicitudes "urgentes" y la cotidianeidad laboral de su gente, que necesita de paz para ir sacando trabajo, una cosa detrás de otra.
Dar la cara... y que sea una cara amable.

Si el jefe no está entrenado en vivir cada momento con paz y alegría, la vida en su oficina será un infierno.