lunes, 28 de febrero de 2011

Felicidad

Al hilo del estupendo artículo de Enrique, recuerdo una idea de Julián Marías que me gustó especialmente cuando la leí. Es de su libro La felicidad humana y venía a decir algo así como que "esta más cerca de la felicidad el que no es feliz pero espera serlo que el que lo es pero teme dejar de serlo".
En un primer momento recuerda el proverbio indio, chino o de dónde sea, ése que dice "si tienes miedo de sufrir mañana, ya estás sufriendo (de miedo) hoy". O la famosa frase de Mark Twain, no sé si apócrifa, "me he pasado la vida sufriendo por cosas que no han llegado a suceder".
Pero en una segunda lectura, oigan, es alta teología.

viernes, 25 de febrero de 2011

El genio de la lámpara

Toda la vida frotando lámparas a ver si hay suerte, y cuando por fin sale, me toca el más raro.
No sólo fue la cara que puso cuando le pedí el deseo. Es que después dijo: "¿De verdad quieres todos esos libros, o prefieres que te conceda el tiempo necesario para leerlos?"

miércoles, 23 de febrero de 2011

Cómo actúa el tentador

Cuando algo va bien susurra: "Esto no durará siempre"
Cuando algo va mal susurra: "Esto durará siempre"

El caso es que salgamos del "ahora" y entremos en el "siempre". La eternidad para la que estamos hechos es un presente eterno, no un futuro amenazante... (En palabras de Ángel Gónzalez, cómo me golpeó su verso hace ya años: "Te llaman porvenir/ porque no vienes nunca").

Matizo la entrada anterior

Porque me lo ha pedido una buena amiga.

Los pensamientos son muy importantes, sí, y cómo nos contamos la vida influye sobremanera en nuestro estado de ánimo. Pero de ahí a pensar que "la mente es muy poderosa, construye la realidad" y demás tonterías hay un mundo. La realidad es la que es. La mente no construye los acontecimientos. Influye en lo que experimentamos con respecto a ellos.

Cómo vemos las cosas no altera lo que las cosas son, sino lo que sentimos frente a esas cosas. "Saber mirar es saber amar": me encanta ese pensamiento...

lunes, 21 de febrero de 2011

Los pensamientos, no los acontecimientos

Como llevo una época agobiadilla con tantas cosas que se me acumulan (tesis, trabajo, preparativos...) y me da rabia estar agobiada cuando son todas buenas (y alguna buenísima) me he puesto a leer a María Jesús Álava, a ver si mejoro.

"Lo importante en nuestra vida son los pensamientos, no los acontecimientos" repite, y va ampliándolo: "Lo que nos repetimos de forma constante, esas frases interiores que nos formulamos, son las responsables de nuestros estados emotivos".

Y me acuerdo de esa novelita de Gregorio Martínez Sierra que leí hace tantos años, Tú eres la paz, probablemente se la escribió también su mujer (como su teatro): "Siendo tan fácil engañar al corazón con lo que pensamos, es tonto no estar todo el día repitiéndose: soy feliz, soy feliz" (cito de memoria, no era exactamente así). La misma idea de nuestros pensamientos "malos" como cadenas la encontré ya en Sor Juana Inés de la Cruz, ay, lo que no esté en Sor Juana:

"Para el alma no hay encierro
ni cadenas que la impidan,
porque sólo la aprisionan
las que se forma ella misma"

lunes, 14 de febrero de 2011

Amores que matan

Decía Sabina "porque el amor cuando no muere mata" y también "porque amores que matan nunca mueren", y yo pensaba hasta qué punto tenía razón sin saberlo. El amor verdadero siempre mata: el apego a lo efímero, a los propios intereses... el yo egoísta muere cuando se ama.
Pero le faltó a Sabina explicarlo: el amor que mata también da vida. Uno muere a sí mismo para dar vida a otro...
Igual si hubiera mirado al que traspasaron, lo hubiera entendido completo.