viernes, 11 de mayo de 2012

Coincidencia

El 28 de mayo del año pasado entraba del brazo de mi padre en la Iglesia. Todo el mundo nos miraba mucho, quizá porque nos habíamos vestido para la ocasión. Yo, de blanco. Sonaba Bocherini, la música nocturna de las calles de Madrid, y sentí tanto gozo que pensé que ojalá la entrada en el Cielo se pareciera: una vestidura blanca (porque me he lavado en la sangre del Cordero) y tanta gente querida sonriendo, un horizonte de cariños: y al fondo, el Señor y mi marido y yo caminando hacia ellos (si no les parece mal) del brazo de mi padre, que nada me haría más ilusión...

Me acuerdo de todo esto, de golpe, porque está cerca el cabo del año, sí, pero también por esta entrada que me ha "despertado" a la Vida esta mañana.

miércoles, 2 de mayo de 2012

El pábilo vacilante

Durante la tercera semana de abril leí este libro. Muy despacito: me limité el número de páginas diario, para que me durase lo más posible.

Por una parte, el haber ido leyendo "en directo" las entradas hacía que las sintiera, en parte, un poco mías. Entremezcladas con mi propia biografía, porque recordaba qué cosas fueron pasándome a mí a la vez que a Enrique le pasaban las que cuenta tan magistralmente.
Haberlas leído en directo no le quitaba un ápice de emoción a esta lectura remansada del blogg convertido en libro: seguían resultándome ¡tan amenas!
Cuando cerré el libro pensé: ¿qué es lo que me gusta tanto? No es sólo que el autor escriba muy bien y el esfuerzo no se le note. No es sólo que en muchas cosas (en casi todas) coincida con su pensamiento (o aún mejor, su pensamiento me guíe o me sostenga, como en "Y Dios, ¿qué piensa?" o en "Procrastinación"). Es que en sus entradas autobiográficas (que son la mayoría, y el autor ha dado varias réplicas a los que se lo cuestionan, para mí la mejor indudablemente la del poema "No hay cuidado" de su último poemario) ofrece, sencillamente, su amistad al lector.

La práctica ha probado este aserto antes de darme tiempo a mí de formularlo en la teoría. Pero una vez formulado, qué alegría queda: he encontrado una clave de lectura, para mí, fundamental. Con su vida hecha literatura EGM ofrece al "desocupado lector" su amistad. Cuando C.S. Lewis describió el nacimiento de la amistad, en The four loves, decía:
   "La amistad surge fuera del mero compañerismo cuando dos o más compañeros descubren que tienen en común algunas ideas o intereses o simplemente algunos gustos que los demás no comparten y que hasta ese momento cada uno pensaba que era su propio y único tesoro, o su cruz."

Al ofrecernos descripción cabal de sus ideas e intereses, de sus gustos y preocupaciones, de su paisaje y acompañamiento cotidianos, Enrique nos ofrece generosamente su amistad. Nuestra correspondencia a ella surje cuando nosotros, mientras leemos, clamamos satisfechos: "¡Yo también!" o "¡Yo tampoco!"

viernes, 20 de abril de 2012

El hábito que hace al monje

Muchos años antes de la dichosa crisis, sus amigas ya la calificaban de mujer de carácter. Años antes de que la dejara Mariano, antes aún de quedarse en paro, por supuesto cuando todavía no había montado aquella empresita que enseguida quebró.
Cuando comenzaron las visitas de los acreedores, no se arredró. Compró un aseado uniforme en una tienda de un barrio humilde ("Ropa de trabajo" decía el cartel) y todas las mañanas a las nueve se lo ponía y limpiaba la casa, de arriba abajo. Con él puesto abría la puerta, contestaba el teléfono: "no, la señora no está... no, el señor hace años que no vive aquí... sí, qué me va a contar a mí, que no sé los meses que hace que no cobro mi sueldo".
Por las noches se ponía uno de sus vestidos de cóctel e invitaba a un gin tonic a sus amistades, que por supuesto venían cenadas. Hablaban de temas ligeros, moda, viajes, recuerdos. Solían acabar, cómo no, hablando de la dichosa crisis: "qué situación, parece que no vamos a salir nunca de este hoyo..."

viernes, 9 de marzo de 2012

Equilibrio entre expectativas y realidad

De mis lecturas sobre psicología cognitiva me queda el siguiente aserto: la felicidad consiste en hallar el justo medio entre las expectativas y la realidad.
Tener ilusiones (expectativas: deseos, anhelos) es imprescindible para una vida con sentido (por la condición futuriza del hombre que decía Julián Marías). Dejar de desear es empezar a morir.
Pero para ser feliz es clave no dejar que las expectativas se hagan dueñas de la propia vida, sino disfrutar de lo que se tiene. Hoy ya tengo todo lo que necesito para ser feliz. O, como decía la inolvidable Ana de Señora de rojo sobre fondo gris, cada mañana al despertarse: "¿Por qué estoy contenta hoy?"

lunes, 5 de marzo de 2012

Razonamiento equivocado

Es tan poderosa nuestra mente (la psicología cognitiva afirma que las emociones no las provocan los acontecimientos que vivimos, sino la forma en la que nos los contamos: de ahí la clave de elegir bien nuestras lecturas... porque la literatura contiene siempre una forma de contar la realidad concreta) que algunos hombres han pensado que es capaz incluso de crear la idea de Dios, de inventarlo de la nada.

¿De dónde surge entonces esa mente tan poderosa, si el Creador es una idea surgida de la nada? Parece que esos hombres creen que la mente humana surge del azar, la evolución: la nada.

De lo cual es fácil concluir que el que no cree en Dios, cree en la Nada. El nihilismo es un credo.

viernes, 2 de marzo de 2012

El pan de cada día

Envidia de esos hombres que van al mediodía con una barra de pan debajo del brazo y silbando.
Alguien les espera en casa, por eso están contentos -el mantel puesto y el guiso humeante- y ellos llevan, muy literalmente, el pan de cada día a casa, y son alegres cooperadores del que sabe más que nosotros. Y si la jornada laboral no ha terminado, hay al menos un reconfortante parón, y puede que una siesta.

Nostalgia de unos tiempos más humanos.

martes, 28 de febrero de 2012

Feroz resistencia

Él me bombardea cada día con nuevos motivos, pero me resisto a rendirme al agradecimiento.

jueves, 16 de febrero de 2012

El color de España y otros ensayos: Joyas (II)

-cuando el estudioso sigue el método alarmante de leer lo que escribieron sobre los personajes (...) las personas que los conocieron
-Sea o no cierto que el mundo se dirige hacia una meta acertada, me parece que casi invariablemente ha seguido todo el tiempo un mal camino
-La imaginación histórica verdaderamente valiosa es la que adivina las cosas en que pensaban los hombres de otras épocas
-Una nación puede exagerarse a sí misma o consumirse a sí misma
-(los modernos) sus funerales no son fiestas y, en un sentido muy distinto, sus fiestas son funerales. (...) No son lo bastante sutiles para comprender lo simple
-La vida es demasiado amplia para nosotros tal y como es; tenemos que atender a demasiadas cosas. Toda novela auténtica es un intento de simplificarla, de reducirla a proporciones más sencillas y gráficas
-Sólo recordamos nuestros recuerdos
-Cuanto más piensa y viaja un hombre tanto más evidente se le hace que casi todas las naciones cristianas, como casi todos los matrimonios cristianos, son una especie de convenio apasionado que nadie más puede comprender
-Lo que necesitamos es la imaginación verdaderamente divina que hace nuevas a todas las cosas, pues todas las cosas han sido nuevas
-Los poetas no se vuelven añejos; sólo los críticos

viernes, 10 de febrero de 2012

El color de España y otros ensayos: Joyas (I)

-un clásico, es decir, un autor al que se cita en vez de leerlo
-creo que toda nuestra sociedad industrial sufre la maldición de la esterilidad y lleva la marca del esclavo
-pues los hombres, especialmente los hombres modernos, temen lo natural todavía más que lo sobrenatural
-es esa capacidad de recuperación después de la extravagancia lo que reivindico urgentemente. Entregaos a las fantasías más decadentes o inútiles mientras podáis refrenar esa debilidad como la del alcohol. Cabalgad en la pesadilla si preferís ese caballo, pero no dejéis que la pesadilla cabalgue sobre vosotros
-que no parezcan capaces de distinguir entre esa omisión instintiva de lo que no viene al caso en que sencillamente consiste el arte de contar historias y la introducción de detalles ingeniosos y excesivamente elaborados en que consiste el arte de mentir.

miércoles, 18 de enero de 2012

Feliz año

Aprendiendo a disfrutar. Que a todo se aprende.

*   *   *

Recuerdo el consejo, no a quien me lo dió. "Procura cultivar tú las cualidades que buscas en el otro". Siempre había pensado: "por si no llega". Ahora comprendo: porque el amor "o encuentra iguales o hace iguales".

*   *   *

La alegría que me das me hace sentir invulnerable.

*   *   *

Un hombre, bueno y humilde, me cuenta sus desventuras en el trabajo. Incapaz no ya de maldad sino de astucia, lo suyo ha sido una carrera hacia abajo. En vez de ganar, perder, con el paso de los años y el cansancio.
Trato de recordar cuando me formé el juicio acerca de su bondad, que ha permanecido incólume hasta el día de hoy. Al fin recuerdo: fue uno de los primeros días en que hablé con él, cuando me contó apenadísimo la muerte de su suegro: "y ya no podía hacer nada... y por eso Dios que sabe más se lo habrá llevado, porque él sufría de ver que teníamos que alimentarle y lavarle y hacerle todo, ¡con lo que él ha valido y ha decidido! Pero aún cuando uno se consuele pensando que Dios sabe más y que ha sido mejor para él, queda la pena honda de que no esté, lo mucho que le echo de menos y la pena de mi mujer, que para mí, hace doble mi pena."