miércoles, 18 de enero de 2012

Feliz año

Aprendiendo a disfrutar. Que a todo se aprende.

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Recuerdo el consejo, no a quien me lo dió. "Procura cultivar tú las cualidades que buscas en el otro". Siempre había pensado: "por si no llega". Ahora comprendo: porque el amor "o encuentra iguales o hace iguales".

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La alegría que me das me hace sentir invulnerable.

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Un hombre, bueno y humilde, me cuenta sus desventuras en el trabajo. Incapaz no ya de maldad sino de astucia, lo suyo ha sido una carrera hacia abajo. En vez de ganar, perder, con el paso de los años y el cansancio.
Trato de recordar cuando me formé el juicio acerca de su bondad, que ha permanecido incólume hasta el día de hoy. Al fin recuerdo: fue uno de los primeros días en que hablé con él, cuando me contó apenadísimo la muerte de su suegro: "y ya no podía hacer nada... y por eso Dios que sabe más se lo habrá llevado, porque él sufría de ver que teníamos que alimentarle y lavarle y hacerle todo, ¡con lo que él ha valido y ha decidido! Pero aún cuando uno se consuele pensando que Dios sabe más y que ha sido mejor para él, queda la pena honda de que no esté, lo mucho que le echo de menos y la pena de mi mujer, que para mí, hace doble mi pena."