viernes, 4 de marzo de 2011

Tres historias postmodernas


UN CIENTÍFICO PROMETEDOR

Fue una pena que su meteórica carrera se estancara en ese punto. Dos masters y un postgrado, una estancia de investigación en el Reino Unido y otra en Estados Unidos... sus descubrimientos sobre el sistema solar tenían en jaque a toda la comunidad científica.
Y de repente, comenzó a irritarse por nimiedades: que los poetas no podían seguir diciendo "sale el sol por el oriente" porque el sol no sale. El sol está quieto: somos nosotros los que nos movemos. Tampoco el sol "se oculta", ni la luna "aparece". Y que tontería esa del amor que mueve el sol y las estrellas, ¡¡que están quietos todos, que la rotación es de la tierra!!
Su familia se preocupaba al verle tachando frases con furia, arrancando páginas de libros, devorando la historia universal de la literatura las horas de la madrugada, para encontrar nuevas herejías contra su ciencia que expurgar, furioso.
No obstante, no salió en los periódicos hasta el día en que dió un bofetón a un niño, por la calle. Testigos presenciales del suceso declararon que éste había voceado alegremente, justo antes del suceso: "¡Mira mamá! El sol se va a dormir, como nosotros, ¿verdad?"


* * *

SUCIO MACHISTA

Era una chica tan independiente... Desde jovencita, acostumbrada a sacarse las castañas del fuego, como ella decía. Abanderada de la lucha feminista, la eliminación de toda desigualdad, recelosa de cualquier privilegio que significara la pervivencia de una antagónica organización social explotadora. "Me gusta conducir a mí, no que me lleven", "¿por qué tiene ese tío que cederme el paso? ¿qué se ha creído?", "me encanta trabajar, no soportaría que nadie me regalara nada", "¿me ha visto más débil o porque c... me cede el asiento?"

Sus amigas pensaban que se quedaría sola. Pero qué tontería, qué terrible error. Enseguida apareció él, y era perfecto. No tenía coche, ni carnet de conducir. No tenía trabajo, ni carrera, ni modales. Tenía una buena dosis de cansancio encima, "en mi vida anterior debí dedicarme a construir una pirámide o algo así, no comprendo porque estoy siempre tan cansado" farfullaba desde el sofá el día en que tenía ganas de hablar. Así que ella trabajaba y llevaba a (su) casa el sueldo (y le llevaba a él en su coche). Y estaba tan contenta, porque a él nunca, nunca, se le ocurrió abrirle una puerta o llevarle un paquete. "Es que yo no podría vivir con un sucio machista..."

* * *

EL FIN DEL MUNDO

Pasó siete años dedicada a hacer su tesis. Iba a ser la mejor investigación del mundo, la más puntera, a nadie antes se le había ocurrido nada parecido. Imaginaba el pasmo de la comunidad científica, las entrevistas en los medios más prestigiosos, la lluvia de ofertas de todo tipo: becas de universidades extranjeras, empresas patrocinadoras... su nombre y el título de la tesis impresos por todas partes, sonando en los telediarios, en la boca del vulgo, en todos lados.

Imperceptiblemente, había ido perdiendo relaciones. Claro, la tesis le ocupaba todo el tiempo, nunca encontraba el momento de quedar con un amigo... "la gente no sabe lo que es trabajar, ocho horitas en una oficina y el resto del tiempo para ellos, ¡así cualquiera!". Dejó de ir a los cumpleaños, de felicitarlos incluso, porque perdió el cuaderno donde los tenía apuntados. A menudo se le olvidaba responder las llamadas, pero no se daba apenas cuenta, porque como cada vez eran menos... su propia familia, cansada de recibir improperios, comenzó a limitarse al correo electrónico. Total, nunca iba a nada...

A medida que se acercaba al final de la tesis, un vértigo creciente le invadía. Apenas recordaba una forma de vida distinta a la actual, doce o catorce horas de estudio diarias. Una certeza, entonces, se entronizó en su cabeza: cuando ella acabara la tesis, vendría el fin del mundo. Todo había confluido hasta ese momento, todo se había ordenado armónicamente para que la culminación de los tiempos fuera justo en ese momento. La angustia por todas las cosas que había planeado hacer "cuando acabara la tesis" le invadió. Pero, se dijo a sí misma, aún tengo un recurso, aún hay algo que puedo hacer: no terminar todavía, alargar el proceso para evitar así que se produzca el fin del mundo...

1 comentario:

  1. Geniales todos. Sobre todo el autobiográfico. ¿Terminarás la tesis antes de 2012?

    ResponderEliminar