Anoche me paré a pensar toooodo lo que tengo pendiente, con carácter de urgencia, para los próximos días/meses, y me dió un ataque de nervios silencioso (es que lo pensé en el ratito después de Misa y estaba todavía dentro de la Iglesia).
Entonces me sorprendí a mí misma diciéndome -también en silencio-: "Sólo tienes el ratito que viene ahora..." Qué tonto agobiarse por los próximos días, meses e incluso años, si una dispone por todo capital del ratito que sigue.
Y hoy recuerdo a mi Santa ("pensando que cada hora es la postrera, ¿quién no la trabajará?") pero sobre todo a mi amiga Roci, que lo expresó con mucha más belleza que yo, recién salida de Ejercicios Espirituales: "Sólo tenemos el momento presente para responderle..."
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