AVISO PREVIO: Si alguien no ha visto la película, que deje de leer esta entrada. Voy a desvelarla enterita.
Y ahora puedo comenzar contando que cuando viajamos a Bruselas en el puente de mayo (el primero) para ver a Ana, ella estaba fascinada con un libro de este título, que le habían dicho era buenísimo, contando "toda la verdad" de las citas entre hombre y mujer... y que se estaba rodando una peli, incluso, sobre el mismo.
Antesdeayer, o sea, el sábado, fuí a ver la peli de marras, con un montón de amigas y algún amigo. En esta España nuestra, han optado por titularla "¿Qué le pasa a los hombres?", absurdo que hace que no se comprenda el sentido último ni las cuatro partes de las que consta. La cuestión es que la película no intenta contar qué les pasa a los hombres, ni a las mujeres, sino qué ocurre cuándo un tío o una tía "no está tan interesado en ti" (ésa es la traducción fideligna: o "no está tanto por ti", como nos lo tradujo Anita en Bruselas).
Cuando un tío o una tía no te llama, o no se acuesta contigo, o se acuesta con otro/a, o no quiere casarse contigo, entonces: no está tan interesado/a en tí. Y la película trata de eso, de los engaños que los hombres (y las mujeres) nos contamos a nosotros mismos en lugar de reconocer humildemente que gran parte de la humanidad no está interesada (sentimentalmente) en nuestra personita. En ese sentido, me pareció un buen retrato de la sociedad occidental en esa franja de edad entre los treinta y los cuarenta, en ese estado civil que es la soltería y -qué triste aclararlo- heterosexuales. Porque los gays siguen otros códigos de ligue, como explica un personaje de la peli en un momento dado.
Y en mi opinión, es un buen retrato. No de todo el mundo, claro está. Pero ahí está el pánico al compromiso, los miedos varios (a quedarse sólo, a comprometerse demasiado rápido, a que la vida no sea el proyecto que te habías hecho...). En mi opinión, además, hay historias muy buenas: la mejor, claro, es la de Aniston y Affleck, porque se quieren. Y al final eso es lo que importa, estar con el que quieres, cuidar de los que quieres, hacer feliz a la persona que quieres, en lo que esté en tu mano. Es esperpéntico (pero divertido) el personaje de Goodwin, y muy mona su historia con Long... además consiguen darle un giro para que no sea previsible. Pero al final, vuelve a ser el mismo mensaje que con Aniston: si se preocupa por ti, si te cuida, es que te quiere. Nada de palabras bonitas, "obras son amores".
La historia más dura es, quizás, la más verdadera. Aunque duela. Chica presiona a chico para casarse porque sueña con su vida ideal y su casa nueva y su proyecto (unilateral). Chico se casa "porque toca" pero no le hace ilusión. Chico casado conoce a chica atractiva que no sabe lo que quiere pero sabe lo que no quiere (su "especie de novio" no le gusta nada, pero no tiene arrestos para dejarle, porque es cómodo "tenerle ahí" sabiendo que se muere por ella). Claro, chico casado y chica atractiva se van a la cama dejando destrozados a sus respectivos... y todos acaban solos.
Bueno, que me gustó. Buenas interpretaciones, y un buen análisis de la realidad: basta de autoengaños, de "canales alternativos de comunicación" y de contarse/hacerse historias mentales. Cuenta el día a día y lo que haces, cuenta a quién quieres en lo concreto... y obras son amores. Pasé un buen rato y me hizo pensar, yo al cine tampoco le pido más...
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