martes, 26 de julio de 2011

Cosas de viejos

Será porque hoy es el día de San Joaquín y Santa Ana, y me acostumbré de tal manera a celebrar mi santo "el día de los abuelos" que cada año, desde que no están presentes fisicamente, les echo muchísimo de menos.

Me decía una buena amiga que es propio de los ancianos preocuparse mucho por todo... "así que nosotras que somos jóvenes no debemos darle mucha importancia a estos problemillas de nada que nos afectan".

Pienso en abuela, que se preocupó mucho por todo el tiempo que estuvo sola, cuando el abuelo se fue al cielo. No llegaron a ser dos años enteros, pero cuanto sufrió. "Esta que veis no soy yo, yo soy como era con el abuelo" nos dijo un día: después de 67 años de matrimonio, me pareció la mejor definición de este sacramento que nunca me hubieran dado.

El otro día vinieron a una reunión, en mi trabajo, dos señores muuuuy mayores. Les hice esperar por el puro gusto de oírles hablar desde mi despacho, aportando perspectivas insólitas sobre "la grave crisis económica que padecemos":

-"Mi padre siempre decía que un duro no eran cinco pesetas, sino tres y media, o cuatro. Como diciendo que no se puede gastar todo lo que se tiene" -decía uno.

-"Pues mi padre, que era comerciante antiguo, decía: si quieres tener crédito, paga inmediatamente" -decía el otro.

Me dió mucha ternura, no sólo por lo acertado de los consejos de sus padres, que fielmente recordaban (hoy hablaba el sacerdote en la homilía de la importancia de la tradición, lo que se transmite: unos lo entregan a otros que lo reciben para transmitirlo a su vez a los siguientes) sino porque el tono entero de la conversación me recordaba al de los niños en los recreos: "mi padre dice...", "pues mi padre dice..."

Siempre había pensado que es una tontería lo de que ancianos y niños se parecen. Anda que los ancianos no tienen mucha más experiencia (y a veces más amargura y colmillo retorcido, pero siempre más tristeza acumulada que los niños)...

Pero oyéndoles entendí en que se parecen: tienen claro lo esencial. Que somos hijos.

2 comentarios:

  1. Sólo un regreso a la sabia experiencia de siempre, al mensaje eterno siempre nuevo, nos permitirá crecer en el futuro, ordenando el mundo de la única manera posible.

    Si no os hacéis como niños... Lo viejo, siempre nuevo. Por ser eterno.

    Blas

    ResponderEliminar
  2. ¿Eres tú la de la foto de ABC? Espero -yo, profesor viejuno: 44- que haya crónica aquí del encuentro: lo voy a ver por internet -estoy ahora en Estonia- pero siempre se agradece la perspectiva personal.
    Qué envidia

    ResponderEliminar