jueves, 16 de junio de 2011

La boda

Me habían dicho que disfrutara cada segundo, que pasaba muy rápido. "Tantos meses preparándolo y luego son unas pocas horas..."
Se quedaron cortos. Unos pocos segundos, fueron. Apenas un abrir y cerrar de ojos. Un vuelo de abrazos y frunces de vestidos, sonrisas de corbata. Ni siquiera pude estar diez segundos con cada una de las personas más queridas de mi vida que había venido a acompañarme en ese momento (con el agravante de que, desde ese día, las personas más queridas de mi vida son exactamente el doble que antes de ese día).

Ahora entiendo el concepto "eternidad". Es lo que se necesita cuando una es feliz.

4 comentarios:

  1. El aforismo final es perfecto.

    Muchas felicidades, y eternas.

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  2. Enrique y Ángel, ¡¡muchísimas gracias a vosotros!! Por alegraros y por dejarlo aquí, escrito. Para que perdure.

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  3. Montones enormes de felicidades¡
    Que disfruteis de un futuro repleto de segundos compartidos llenos de cariño

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