martes, 28 de febrero de 2012

Feroz resistencia

Él me bombardea cada día con nuevos motivos, pero me resisto a rendirme al agradecimiento.

jueves, 16 de febrero de 2012

El color de España y otros ensayos: Joyas (II)

-cuando el estudioso sigue el método alarmante de leer lo que escribieron sobre los personajes (...) las personas que los conocieron
-Sea o no cierto que el mundo se dirige hacia una meta acertada, me parece que casi invariablemente ha seguido todo el tiempo un mal camino
-La imaginación histórica verdaderamente valiosa es la que adivina las cosas en que pensaban los hombres de otras épocas
-Una nación puede exagerarse a sí misma o consumirse a sí misma
-(los modernos) sus funerales no son fiestas y, en un sentido muy distinto, sus fiestas son funerales. (...) No son lo bastante sutiles para comprender lo simple
-La vida es demasiado amplia para nosotros tal y como es; tenemos que atender a demasiadas cosas. Toda novela auténtica es un intento de simplificarla, de reducirla a proporciones más sencillas y gráficas
-Sólo recordamos nuestros recuerdos
-Cuanto más piensa y viaja un hombre tanto más evidente se le hace que casi todas las naciones cristianas, como casi todos los matrimonios cristianos, son una especie de convenio apasionado que nadie más puede comprender
-Lo que necesitamos es la imaginación verdaderamente divina que hace nuevas a todas las cosas, pues todas las cosas han sido nuevas
-Los poetas no se vuelven añejos; sólo los críticos

viernes, 10 de febrero de 2012

El color de España y otros ensayos: Joyas (I)

-un clásico, es decir, un autor al que se cita en vez de leerlo
-creo que toda nuestra sociedad industrial sufre la maldición de la esterilidad y lleva la marca del esclavo
-pues los hombres, especialmente los hombres modernos, temen lo natural todavía más que lo sobrenatural
-es esa capacidad de recuperación después de la extravagancia lo que reivindico urgentemente. Entregaos a las fantasías más decadentes o inútiles mientras podáis refrenar esa debilidad como la del alcohol. Cabalgad en la pesadilla si preferís ese caballo, pero no dejéis que la pesadilla cabalgue sobre vosotros
-que no parezcan capaces de distinguir entre esa omisión instintiva de lo que no viene al caso en que sencillamente consiste el arte de contar historias y la introducción de detalles ingeniosos y excesivamente elaborados en que consiste el arte de mentir.